VESTİMENTAS MİLİTARES: EVOLUCİÓN Y ACTUALİZACİÓN.
La gloria que gozaban los soldados en la antigüedad, se debía en parte al status que brindaba el que portara su uniforme. La necesidad de identificarse los unos a los otros en el campo de batalla, estuvo presente desde la Antigüedad y la Edad media, a través del uso de insignias y otros elementos representativos, que les permitía distinguirse del enemigo.
Es en efecto la autoridad estatal la que lleva el proceso de crear homogeneidad en los trajes para las fuerzas armadas, tomando en cuenta las especificaciones de cada uno de sus componentes, así como el medio ambiente técnico y militar del momento. Porque diferentes acciones deben ser tomadas en cuenta, tales como el financiamiento, el respeto del sentido de solidaridad, las condiciones técnicas de fabricación o la relación entre la protección y la movilidad. El uniforme distingue en sí al militar de los civiles, pero también a los militares entre ellos (infantería, artillería, soldado de infantería de marina, los pilotos, etc.). En nuestros días, la guerra y sus métodos evolucionaron, haciendo cada vez más sobria y funcional esta dirección, siendo siempre obligatorio que distinga a los miembros del ejército, sea de tierra, de mar o de aire.
Paradójicamente, esta pérdida progresiva de prestigio arrastró el nacimiento de una verdadera ciencia llamada, ”Uniformología”, que estudia el uniforme bajo todos sus aspectos y particularmente bajo su aspecto histórico. En general, la dirección militar está fijada por una autoridad que fija el comportamiento de los soldados a través de una nota de servicio, o de un reglamento. La aplicación de estas reglas permite adaptar al soldado a la situación.
Con todas estas reglas y lineamientos, el soldado toma una dirección que favorece, mucho a su época y los uniformes de combate le ayudan a adaptarse a las diferentes zonas en donde se efectuan las misiones. Es así como la evolución de los uniformes militares ha ayudado a los soldados a adaptarse al entorno actual. hagaclicaquí